La vivienda social moderna es uno de los elementos principales que define la evolución de la arquitectura del siglo XX en Europa, tema fundamental en el que se concentran las investigaciones y logros del Movimiento Moderno. Desde el congreso de los CIAM de Frankfurt en 1929, dedicado a la vivienda mínima, hasta los complejos construidos tras la Segunda Guerra Mundial, o los enormes desarrollos de los años sesenta y setenta, la vivienda social, en sus distintas modalidades, ha constituido un foco de especial atención para la cultura arquitectónica, en el que confluyen aspectos económicos, sociales y políticos de primer orden. Precisamente por ello, la vivienda social debe ser considerada pieza fundamental del patrimonio histórico y herencia cultural del siglo XX, sin la cual no es posible explicar la evolución no sólo de la arquitectura y el urbanismo modernos, sino de nuestras sociedades actuales. La tesis se centra en el presente y futuro de este patrimonio construido y defiende que su conservación debe hacerse compatible con las adaptaciones y transformaciones necesarias para su uso contemporáneo. El objetivo último es definir criterios de intervención e instrumentos de proyecto que permitan identificar y conservar los valores de este patrimonio construido, asumiendo su necesaria transformación en el tiempo.