La perpendicular entendida como enfrentamiento, choque, sorpresa, cambio, emoción. La perpendicular como metáfora de la experiencia en el lugar, como herramienta capaz de interpretar esas experiencias y como dispositivo capaz de operar.
Un dispositivo entendido como una red que une elementos heterogéneos como la percepción, el pensamiento, el arte, la filosofía, los lugares, los paisajes, la existencia…. Una estrategia para afrontar la comprensión de la compleja formación de una experiencia.
La construcción sin la experiencia sería imposible, impensable, pero sin el lugar también. Para construir primero hay que proyectar o proyectarse, entendido no como una colección de planos sino como imaginarse en un lugar soñado, imaginarse desde la memoria y la experiencia para luego construir aquello que se proyecta aquello que se ha experimentado y que se quiere recrear. Para construir es preciso haber experimentado varios lugares, que una vez pasados por el filtro de uno mismo mutan en imaginación, y luego proyectarlos en otro lugar para lograr construir ese lugar que será una derivada más, ya que nunca será el lugar experimentado, ni el lugar imaginado, ni el lugar proyectado; será un nuevo medio ambiente para futuras lugarizaciones, para futuras experiencias.

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