La publicación Infrastructural Urbanism de Stan Allen en 1999 propone un punto de inflexión en el pensamiento sobre las infraestructuras. En su hipótesis, pasan de ser un modelo aspiracional para instrumentalizarse dentro del proyecto. El texto es, de hecho, una actualización teórica del Urban InfraStructure publicado por el Team X en 1968, donde las megaestructuras se presentan como la respuesta arquitectónica. En los años 90, estas soluciones ya no son consideradas válidas, pero sí el pensamiento infraestructural que las motiva. Las infraestructuras se filtran en el pensamiento teórico y en la práctica, ya
no como un objeto idealizado sino como mecanismo abstracto con el cual trabajar. Sus instrumentos y metodologías arraigan en el Pragmatismo que resurge a finales de siglo con Richard Rorty, John Rachjman y Joan Ockman. Esta investigación propone la identificación de la arquitectura infraestructural desde 1990
hasta la actualidad, utilizando como hilo conductor un análisis comparado de cinco proyectos de OMA, por su labor teórica sobre las infraestructuras ligadas al pragmatismo filosófico, y de Lacaton&Vassal, por la implementación del pragmatismo genérico como metodología de proyecto.