La tesis pretende, a través del estudio del término enigma aplicado a la arquitectura, establecer las condiciones para que la obra sea capaz de erigirse como tal y estudiar las consecuencias que eso conlleva. Se propone, por tanto, poner de manifiesto un método de conocimiento. Uno que nace de lo oculto, de lo que trasciende, de las incertezas, de la ficción.
La base de la tesis es la teoría poética de José Ángel Valente, de indudable valor, y, como se pretende demostrar, de aplicación al conocimiento de la arquitectura, en el convencimiento de que esta es en parte arte y poesía.
Para ello se estudian las líneas básicas de esa poética, y se aplican a un caleidoscopio de ejemplos de arquitectura, escogidos de manera que toquen muchos ámbitos, escalas y lugares, queriendo así universalizarla.
La tesis se estructura en tres grandes capítulos (Tres lecciones de tinieblas, Elogio del Fragmento, Cartas desde el exilio) que, nacidos de la poética de Valente, agrupan, ordenan y dan sentido a los ejemplos eleidos y enuncian la arquitectura como enigma.